"Sangre Real" (Alejandro Jodorowsky y Dongzi Liu, Ediciones Glénat)
Escrito por Noren
Asesinatos, incestos, traiciones y engaños, en el marco de un imaginario universo medieval, es la propuesta con la que nos enganchan Alejandro Jodorowsky y el dibujante chino Dongzi Liu en el primer volumen de "Sangre Real", titulado "Bodas sacrílegas", que publicó Glénat en Mayo del 2010.
Traicionado, herido y dejado por muerto, el Rey Alvar jura recuperar todos sus derechos. Con el corazón abrumado por un odio salvaje, siembra la locura y el horror a su alrededor y ahoga su deseo de venganza en una tormenta de sangre y lágrimas.
El Rey Alvar cae gravemente herido en combate. Para evitar que el desánimo cunda entre sus tropas, Alvar le pide a su primo Alfred que ocupe su puesto en la batalla, aprovechando el parecido entre ambos. Sin embargo, Alfred traiciona a su rey y decide suplantar permanentemente a Alvar en el trono y en el lecho de su esposa, abandonando al rey, herido y agonizando, a su suerte. Sin embargo el destino es caprichoso y una pastora jorobada encuentra al moribundo Alvar, amnésico, al que cura y convierte en su marido, aprovechando su pérdida de memoria. Cuando, tras diez años, Alvar recupera sus recuerdos se lanza en busca de venganza, a recuperar su trono y su reina, y deja atrás una mujer que le maldice y una hija resentida.
Un rey traicionado que quiere recuperar su reino. Una reina que se siente responsable a la corona antes que a su corazón. Un heredero malcriado fiel reflejo de la maldad. Un primo traidor que se hace con la corona y con la esposa del rey. Una pobre mujer que recibe un regalo inesperado que no podrá retener. Una hija nacida de la violencia y criada en el engaño. Un complejo ajedrez de violencia y bajas pasiones donde la historia se construye a partir de un hecho puntual y se desarrolla, como una cascada, a partir de los personajes que presenta Alejandro Jodorowsky, como piezas de un tablero que se mueven hacia la tragedia, de forma irremediable, arrastradas por fuerzas superiores a ellas. Una historia que nos remite a las tragedias griegas clásicas, de Edipo a Elektra, o a las obras teatrales de Shakespeare donde los personajes son simples briznas de hierba que vuelan al capricho del viento, del destino trágico inevitable, como Hamlet o Macbeth. "Esos ambientes dramáticos impregnados de celos y conspiraciones", comentaba Jodorowsky acerca de sus influencias para "Sangre Real".
En este primer álbum, "Bodas sacrílegas", el escenario queda dispuesto: la reina mancillada, el vástago mutilado, el traidor castigado, el rey enloquecido, la madre abandonada y la hija incestuosa. Muchos elementos coinciden en esta historia con el primer volumen de la saga literaria de George R.R. Martin "Canción de Hielo y Fuego". ¿Acaso no es ese hijo desalmado un reflejo de Joffrey Lannister? ¿Y la reina orgullosa, madre del heredero despreciado, no es Cersei? ¿Y el rey traicionado no Robert Baratheon? ¿Acaso no había en "Juego de Tronos" la misma mezcla de elementos: traición, incesto, venganza, lucha por la Corona, engaños, mentiras y personajes abocados a la tragedia inevitable? Una historia en la que las bajas pasiones dominan por completo a los personajes y en la que los amores y los odios se mezclan hasta confundirse. En la "Sangre Real" de Jodorowsky se perciben reflejos de la novela-río de George R.R. Martin, un autor que ha establecido un nuevo estilo, adulto, maduro, sin concesiones, para la tradicional fantasía épica de espada y brujería.
Alejandro Jodorowsky recoge el testigo y da forma a su propuesta a partir de conceptos similares, sin tabúes, fantasía medieval adulta. La ambientación, por ejemplo, es la de una Edad Media sangrienta y salvaje que recuerda al "Excalibur" de John Boorman.
El seguidor habitual de la obra de Jodorowsky será capaz de percibir el "deja vú" en el planteamiento, en la tragedia que envuelve a los personajes, ideas recurrentes en un álbum que podría entroncar con la saga de Los Metabarones. Algo de ello se percibe. "Sangre Real" no es una historia nueva, pero el enfoque no es el habitual, quizás más propio de la dramaturgia clásica. Justo el medio que Jodorowsky había previsto en principio para su obra, el teatro. "Mi idea original, sin embargo, era hacer de Sangre Real una obra teatral. Pero el teatro está pasando por momentos difíciles y montar este proyecto hubiera sido muy complicado. Para darle a esta historia la oportunidad de existir, me decidí a escribir un guión de cómic" decía el autor chileno en una entrevista reciente para Glénat Francia.
Alejandro Jodorowsky no necesita presentación. Dongzi Liu, sí. Pero si el talento de este dibujante chino no pasa desapercibido, que no pasará, en un futuro próximo no la necesitará.
Alejandro Jodorowsky Prullansky (Chile, 1929), responsable del guión del clásico del cómic europeo "El Incal" junto a Moebius, es un tipo peculiar. Dramaturgo, director de cine, guionista, novelista, psicomago, filósofo, experto en tarot, farsante para algunos, loco para otros... un artista multifacético que nació en Chile en 1929 y con veinticinco años llega a París, donde ha residido la mayor parte de su vida y donde ha desarrollado su obra. En 1975, un proyecto de llevar a la pantalla "Dune", de Frank Herbert, le puso en contacto con el dibujante francés Moebius, quien le abrió las puertas del mundo del cómic, a la revista "Métal Hurlant", al ilustrarle su historia de "Los ojos del gato" (1978).
Una vez abiertas, las puertas no se volvieron a cerrar. Tras "El Incal", "Alef-Thau" (1983) con Arno, "El Lama Blanco" (1988) con George Bess, "El corazón coronado" (1991) de nuevo con Moebius, "Cara de Luna" (1991) con François Boucq, "La casta de los Metabarones" (1992) con Juan Gimenez, "Juan Solo" (1995) de nuevo con George Bess, "Megalex" (1999) con Fred Beltran, "Bouncer" (2000) de nuevo con François Boucq, "Los Borgia" (2005) con Milo Manara o los ocho volúmenes de "Los Tecnopadres" con Zoran Janjetov, entre muchos otros, marcan su importante obra en el mundo del cómic europeo, de quien se convierte en un referente esencial y una influencia indispensable de esta disciplina artística. Y es que, en sus manos, el cómic es arte.
Al contrario que el reconocido chileno, para muchos este "Sangre Real" nos ha servido para descubrir el potencial del dibujante chino Dongzi Liu (China, 1982). Valorado en su país de origen, donde ha llegado a exhibir su trabajo del álbum "El crepúsculo sangrante" en el Palacio de las Bellas Artes de Beijing, Liu tiene un estilo que mezcla con equilibrio el manga más tradicional y el sentido pictórico clásico oriental, que nos recuerda a ilustradores como Luis Royo o Vicente Segrelles y sus resultados espectaculares con el color. Jodorowsky lo define con precisión: "Yo estaba buscando un dibujante confiable, eficiente, un guerrero que avanzara con fuerza y convicción. Alguien capaz de transmitir emoción, que es algo muy difícil. Los dibujantes de manga se ven a sí mismos como guerreros, y así se los considera en Japón. Pero carecen de la humildad de los verdaderos guerreros. Dongzi Liu tiene la fuerza y la sensibilidad necesarias, la sensualidad de sus dibujos endulza la dureza del tema". Su color, difuso, irreal, recuerda a un sueño. Sus fondos son oscuros y tenebrosos, de colores difuminados y mortecinos, en los que solamente destacan el brillo de las armaduras y de las espadas. Su enérgico trazo, al servicio de la historia, en un respetuoso y humilde ejercicio de subordinación a la narración.
El estilo inequívocamente oriental del joven Liu se puede apreciar en sus hombres andróginos y en las formas estilizadas de las mujeres aunque su estilo no tiene que ver nada con el manga, que se suele asociar a cualquier ilustrador de ojos rasgados. De hecho, la portada de este álbum, con el rey Álvar de aires femeninos en primer plano, nos remite directamente al cartel de la película "Jeanne d'Arc" del director francés Luc Besson, con Milla Jovovich como una masculinizada Juana de Arco.
"Sangre Real" es una serie que Alejandro Jodorowsky tiene prevista como una doble trilogía, y su primer volumen se ha publicado en castellano por Ediciones Glénat, de forma conjunta y simultánea con la casa madre de la editorial en Francia.
Sangre Real num. 1: Bodas sacrílegas.
Autores: Alejandro Jodorowsky y Dongzi Liu
Formato: 24x32cm. Rústica. Color.
Páginas: 56
Precio: 15 euros
Escrito por Noren
Asesinatos, incestos, traiciones y engaños, en el marco de un imaginario universo medieval, es la propuesta con la que nos enganchan Alejandro Jodorowsky y el dibujante chino Dongzi Liu en el primer volumen de "Sangre Real", titulado "Bodas sacrílegas", que publicó Glénat en Mayo del 2010.
Traicionado, herido y dejado por muerto, el Rey Alvar jura recuperar todos sus derechos. Con el corazón abrumado por un odio salvaje, siembra la locura y el horror a su alrededor y ahoga su deseo de venganza en una tormenta de sangre y lágrimas.
El Rey Alvar cae gravemente herido en combate. Para evitar que el desánimo cunda entre sus tropas, Alvar le pide a su primo Alfred que ocupe su puesto en la batalla, aprovechando el parecido entre ambos. Sin embargo, Alfred traiciona a su rey y decide suplantar permanentemente a Alvar en el trono y en el lecho de su esposa, abandonando al rey, herido y agonizando, a su suerte. Sin embargo el destino es caprichoso y una pastora jorobada encuentra al moribundo Alvar, amnésico, al que cura y convierte en su marido, aprovechando su pérdida de memoria. Cuando, tras diez años, Alvar recupera sus recuerdos se lanza en busca de venganza, a recuperar su trono y su reina, y deja atrás una mujer que le maldice y una hija resentida.
Un rey traicionado que quiere recuperar su reino. Una reina que se siente responsable a la corona antes que a su corazón. Un heredero malcriado fiel reflejo de la maldad. Un primo traidor que se hace con la corona y con la esposa del rey. Una pobre mujer que recibe un regalo inesperado que no podrá retener. Una hija nacida de la violencia y criada en el engaño. Un complejo ajedrez de violencia y bajas pasiones donde la historia se construye a partir de un hecho puntual y se desarrolla, como una cascada, a partir de los personajes que presenta Alejandro Jodorowsky, como piezas de un tablero que se mueven hacia la tragedia, de forma irremediable, arrastradas por fuerzas superiores a ellas. Una historia que nos remite a las tragedias griegas clásicas, de Edipo a Elektra, o a las obras teatrales de Shakespeare donde los personajes son simples briznas de hierba que vuelan al capricho del viento, del destino trágico inevitable, como Hamlet o Macbeth. "Esos ambientes dramáticos impregnados de celos y conspiraciones", comentaba Jodorowsky acerca de sus influencias para "Sangre Real".
En este primer álbum, "Bodas sacrílegas", el escenario queda dispuesto: la reina mancillada, el vástago mutilado, el traidor castigado, el rey enloquecido, la madre abandonada y la hija incestuosa. Muchos elementos coinciden en esta historia con el primer volumen de la saga literaria de George R.R. Martin "Canción de Hielo y Fuego". ¿Acaso no es ese hijo desalmado un reflejo de Joffrey Lannister? ¿Y la reina orgullosa, madre del heredero despreciado, no es Cersei? ¿Y el rey traicionado no Robert Baratheon? ¿Acaso no había en "Juego de Tronos" la misma mezcla de elementos: traición, incesto, venganza, lucha por la Corona, engaños, mentiras y personajes abocados a la tragedia inevitable? Una historia en la que las bajas pasiones dominan por completo a los personajes y en la que los amores y los odios se mezclan hasta confundirse. En la "Sangre Real" de Jodorowsky se perciben reflejos de la novela-río de George R.R. Martin, un autor que ha establecido un nuevo estilo, adulto, maduro, sin concesiones, para la tradicional fantasía épica de espada y brujería.
Alejandro Jodorowsky recoge el testigo y da forma a su propuesta a partir de conceptos similares, sin tabúes, fantasía medieval adulta. La ambientación, por ejemplo, es la de una Edad Media sangrienta y salvaje que recuerda al "Excalibur" de John Boorman.
El seguidor habitual de la obra de Jodorowsky será capaz de percibir el "deja vú" en el planteamiento, en la tragedia que envuelve a los personajes, ideas recurrentes en un álbum que podría entroncar con la saga de Los Metabarones. Algo de ello se percibe. "Sangre Real" no es una historia nueva, pero el enfoque no es el habitual, quizás más propio de la dramaturgia clásica. Justo el medio que Jodorowsky había previsto en principio para su obra, el teatro. "Mi idea original, sin embargo, era hacer de Sangre Real una obra teatral. Pero el teatro está pasando por momentos difíciles y montar este proyecto hubiera sido muy complicado. Para darle a esta historia la oportunidad de existir, me decidí a escribir un guión de cómic" decía el autor chileno en una entrevista reciente para Glénat Francia.
Alejandro Jodorowsky no necesita presentación. Dongzi Liu, sí. Pero si el talento de este dibujante chino no pasa desapercibido, que no pasará, en un futuro próximo no la necesitará.
Alejandro Jodorowsky Prullansky (Chile, 1929), responsable del guión del clásico del cómic europeo "El Incal" junto a Moebius, es un tipo peculiar. Dramaturgo, director de cine, guionista, novelista, psicomago, filósofo, experto en tarot, farsante para algunos, loco para otros... un artista multifacético que nació en Chile en 1929 y con veinticinco años llega a París, donde ha residido la mayor parte de su vida y donde ha desarrollado su obra. En 1975, un proyecto de llevar a la pantalla "Dune", de Frank Herbert, le puso en contacto con el dibujante francés Moebius, quien le abrió las puertas del mundo del cómic, a la revista "Métal Hurlant", al ilustrarle su historia de "Los ojos del gato" (1978).
Una vez abiertas, las puertas no se volvieron a cerrar. Tras "El Incal", "Alef-Thau" (1983) con Arno, "El Lama Blanco" (1988) con George Bess, "El corazón coronado" (1991) de nuevo con Moebius, "Cara de Luna" (1991) con François Boucq, "La casta de los Metabarones" (1992) con Juan Gimenez, "Juan Solo" (1995) de nuevo con George Bess, "Megalex" (1999) con Fred Beltran, "Bouncer" (2000) de nuevo con François Boucq, "Los Borgia" (2005) con Milo Manara o los ocho volúmenes de "Los Tecnopadres" con Zoran Janjetov, entre muchos otros, marcan su importante obra en el mundo del cómic europeo, de quien se convierte en un referente esencial y una influencia indispensable de esta disciplina artística. Y es que, en sus manos, el cómic es arte.
Al contrario que el reconocido chileno, para muchos este "Sangre Real" nos ha servido para descubrir el potencial del dibujante chino Dongzi Liu (China, 1982). Valorado en su país de origen, donde ha llegado a exhibir su trabajo del álbum "El crepúsculo sangrante" en el Palacio de las Bellas Artes de Beijing, Liu tiene un estilo que mezcla con equilibrio el manga más tradicional y el sentido pictórico clásico oriental, que nos recuerda a ilustradores como Luis Royo o Vicente Segrelles y sus resultados espectaculares con el color. Jodorowsky lo define con precisión: "Yo estaba buscando un dibujante confiable, eficiente, un guerrero que avanzara con fuerza y convicción. Alguien capaz de transmitir emoción, que es algo muy difícil. Los dibujantes de manga se ven a sí mismos como guerreros, y así se los considera en Japón. Pero carecen de la humildad de los verdaderos guerreros. Dongzi Liu tiene la fuerza y la sensibilidad necesarias, la sensualidad de sus dibujos endulza la dureza del tema". Su color, difuso, irreal, recuerda a un sueño. Sus fondos son oscuros y tenebrosos, de colores difuminados y mortecinos, en los que solamente destacan el brillo de las armaduras y de las espadas. Su enérgico trazo, al servicio de la historia, en un respetuoso y humilde ejercicio de subordinación a la narración.
El estilo inequívocamente oriental del joven Liu se puede apreciar en sus hombres andróginos y en las formas estilizadas de las mujeres aunque su estilo no tiene que ver nada con el manga, que se suele asociar a cualquier ilustrador de ojos rasgados. De hecho, la portada de este álbum, con el rey Álvar de aires femeninos en primer plano, nos remite directamente al cartel de la película "Jeanne d'Arc" del director francés Luc Besson, con Milla Jovovich como una masculinizada Juana de Arco.
"Sangre Real" es una serie que Alejandro Jodorowsky tiene prevista como una doble trilogía, y su primer volumen se ha publicado en castellano por Ediciones Glénat, de forma conjunta y simultánea con la casa madre de la editorial en Francia.
Sangre Real num. 1: Bodas sacrílegas.
Autores: Alejandro Jodorowsky y Dongzi Liu
Formato: 24x32cm. Rústica. Color.
Páginas: 56
Precio: 15 euros
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