Santuario (Sanctuaire en su título original francés de la editorial Les Humanoïdes Associés)
Narra la misión del submarino norteamericano USS Nebraska, en un futuro cercano (Junio de 2029) y durante un conflicto internacional que mantiene en tensión las naciones de Siria y los EEUU. Destinado al Mediterráneo Oriental, el USS Nebraska, equipado con las últimas tecnologías, sigue una extraña señal hasta una gruta subterránea bajo el mar, donde descubre los restos de un viejo submarino soviético de los años 50, el Youbrenin, junto a un inmenso templo (el Santuario del título) escondido en las profundidades del Mediterráneo, a 1200 metros. Dos misiones de exploración rutinarias se dirigen entonces hacia el submarino y los restos arqueológicos del santuario, y el USS Nebraska inicia aquí un verdadero descenso a los infiernos: algunos miembros de la tripulación empiezan a mostrar problemas psicológicos, otros desaparecen y se desencadena una epidemia de extrañas enfermedades a bordo.
La influencia de películas clásicas de géneros similares, como Alien (o Abyss, o Esfera, u Horizonte Final), o la típica fórmula de criatura hostil más entorno claustrofóbico más misteriosos lugares, también se percibe de forma evidente en Santuario. El Alien se sustituye por el monstruo encerrado que persigue a los exploradores del submarino norteamericano, la nave Nostromo se reemplaza por el submarino USS Nebraska y el planeta LV-426 se reubica en un extraño santuario sumerio situado bajo las aguas del Mediterráneo Oriental. Los mismos elementos, distinta historia.
Elementos que casi serían propios de un Indiana Jones de Spielberg, aunque quizás con menos suspense y más aventura: nazis, soviéticos, un toque sobrenatural, misterios primigenios,... El aire cinematográfico de Santuario, no solamente en el argumento de la historia sino también en el ritmo o en los planos, es una constante en toda la obra y mantiene la atención sobre lo que acontece hasta el final, cuando se desvelan las claves que envuelven el extraño santuario submarino y la verdadera naturaleza del lugar.
El dibujo de Christophe Bec, magnífico, quizás hubiera agradecido un formato algo mayor para apreciar y disfrutar mejor de los detalles. Tampoco un tamaño Absolute, esperpento donde los haya, y sin olvidar que el formato elegido por Planeta DeAgostini para esta edición es una maravilla en calidad: Santuario incluye los tres números que integran la serie (USS Nebraska, El pozo de los abismos y Môth) en un único álbum, una recopilación autoconclusiva en tapa dura, en un tomo de más de doscientas páginas a todo color. La elección del formato por parte de Planeta DeAgostini, pese a nuestro matiz relativo a ese molesto tamaño más pequeño que un cómic book, permite un producto con un precio más competitivo, que acerca los precios del cómic europeo y el BD bande dessinée a otro tipo público y se abre a un mercado mayor. Sin duda, la llegada de Carles Miralles desde Norma Editorial ha dotado a esta línea de mayor importancia... y de una mejor selección de material.
Una decisión del artista, que tiene sus defensores y sus detractores, es la de utilizar referencias fotográficas para el dibujos. La opción de Bec, legítima y nada innovadora, va más allá de lo que es documentar el trabajo para ofrecer una exactitud detallada de los elementos de la historia y se pueden reconocer muchos rostros de actores conocidos en algunos de los personajes, principales y secundarios. Sea como sea, el domino de los efectos de la luz (y de las sombras) de Bec es ejemplar, el resultado global es magnífico y encaja de forma precisa en la oscura y claustrofóbica ambientación que plantea Dorison en su guión, los rincones inhóspitos y los lugares inexplorados que ofrece el fondo marino y el santuario sumerio. El color de Homer Reyes, un complemento ideal al dibujo fotorealista de Bec y la historia oscura de Dorison.
Por su parte, el guión de Dorison recupera temas que el creador ya ha utilizado en otras historias, un gran interés por la historia y el ocultismo que puede percibirse en cada uno de sus guiones, como Prophet (editado por Norma Editorial) o El Tercer Testamento (con Glénat), hábilmente estructurada en tres arcos con un ritmo "in crescendo" que van aumentando desde la tensión inicial del entorno del submarino en las grutas submarinas, claustrofóbico, hasta la confrontación final con lo desconocido y la lucha por la supervivencia.
de vianews
La influencia de películas clásicas de géneros similares, como Alien (o Abyss, o Esfera, u Horizonte Final), o la típica fórmula de criatura hostil más entorno claustrofóbico más misteriosos lugares, también se percibe de forma evidente en Santuario. El Alien se sustituye por el monstruo encerrado que persigue a los exploradores del submarino norteamericano, la nave Nostromo se reemplaza por el submarino USS Nebraska y el planeta LV-426 se reubica en un extraño santuario sumerio situado bajo las aguas del Mediterráneo Oriental. Los mismos elementos, distinta historia.
Elementos que casi serían propios de un Indiana Jones de Spielberg, aunque quizás con menos suspense y más aventura: nazis, soviéticos, un toque sobrenatural, misterios primigenios,... El aire cinematográfico de Santuario, no solamente en el argumento de la historia sino también en el ritmo o en los planos, es una constante en toda la obra y mantiene la atención sobre lo que acontece hasta el final, cuando se desvelan las claves que envuelven el extraño santuario submarino y la verdadera naturaleza del lugar.
El dibujo de Christophe Bec, magnífico, quizás hubiera agradecido un formato algo mayor para apreciar y disfrutar mejor de los detalles. Tampoco un tamaño Absolute, esperpento donde los haya, y sin olvidar que el formato elegido por Planeta DeAgostini para esta edición es una maravilla en calidad: Santuario incluye los tres números que integran la serie (USS Nebraska, El pozo de los abismos y Môth) en un único álbum, una recopilación autoconclusiva en tapa dura, en un tomo de más de doscientas páginas a todo color. La elección del formato por parte de Planeta DeAgostini, pese a nuestro matiz relativo a ese molesto tamaño más pequeño que un cómic book, permite un producto con un precio más competitivo, que acerca los precios del cómic europeo y el BD bande dessinée a otro tipo público y se abre a un mercado mayor. Sin duda, la llegada de Carles Miralles desde Norma Editorial ha dotado a esta línea de mayor importancia... y de una mejor selección de material.
Una decisión del artista, que tiene sus defensores y sus detractores, es la de utilizar referencias fotográficas para el dibujos. La opción de Bec, legítima y nada innovadora, va más allá de lo que es documentar el trabajo para ofrecer una exactitud detallada de los elementos de la historia y se pueden reconocer muchos rostros de actores conocidos en algunos de los personajes, principales y secundarios. Sea como sea, el domino de los efectos de la luz (y de las sombras) de Bec es ejemplar, el resultado global es magnífico y encaja de forma precisa en la oscura y claustrofóbica ambientación que plantea Dorison en su guión, los rincones inhóspitos y los lugares inexplorados que ofrece el fondo marino y el santuario sumerio. El color de Homer Reyes, un complemento ideal al dibujo fotorealista de Bec y la historia oscura de Dorison.
Por su parte, el guión de Dorison recupera temas que el creador ya ha utilizado en otras historias, un gran interés por la historia y el ocultismo que puede percibirse en cada uno de sus guiones, como Prophet (editado por Norma Editorial) o El Tercer Testamento (con Glénat), hábilmente estructurada en tres arcos con un ritmo "in crescendo" que van aumentando desde la tensión inicial del entorno del submarino en las grutas submarinas, claustrofóbico, hasta la confrontación final con lo desconocido y la lucha por la supervivencia.
de vianews
No hay comentarios:
Publicar un comentario